jueves, 17 de febrero de 2011

Toscana

La región del noroeste italiano, limitado por los Apeninos al norte y el río Tíber al sur, conforma la Toscana. Con capital en Florencia, la Toscana es el lugar donde el arte del Renacimiento alcanzó su culminación preserva un aire de óleo acabado de pintar, con pueblos fortificados y colinas tapizadas de olivos y viñas. La villa de la Toscana incluye a Florencia, Siena y los valles de Chianti y de Orcia.

La Toscana es una tierra donde la exquisita cultura de los palacios, los museos y la cultura popular de los pueblos, se cruzan hasta hacerse indistinguibles. Sus obras de arte y paisajes naturales, así como la historia y costumbres locales, configuran el carácter toscano.

Florencia, erigida en un antiguo asentamiento etrusco que florece a partir del siglo XIII, posee gran cantidad de tesoros artísticos: un centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, numerosas plazas y jardines, el río Arno y una serie de trattorias y restaurantes donde degustar las especialidades toscanas, basadas en las verduras frescas y en las legumbres.

Empezando por la plaza de Duomo o Catedral, lo primero que se puede hacer es subir los 82 escalones de la Campanille para admirar las vistas de la ciudad eterna. La joya de la catedral florentina es la cúpula de Bruneslleschi, que en el siglo XV se erigió como la primera de la historia en verse completamente esférica desde cualquier punto. Junto a la catedral se alza el edificio más antiguo de Florencia, el Baptistero, cuyas expresivas puertas de 28 paneles cuentan la vida del patrón de la ciudad, san Juan Bautista. Al otro lado de la plaza encontramos el Museo della Opera del Duomo.

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